"La gente habla a mis espaldas, es inevitable; varios parientes y conocidos me han hecho la cruz y si me ven en la calle fingen no conocerme, no pueden tolerar que una mujer abandone a su marido. Esos desaires no me quitan el sueño: no tengo que agradar a todo el mundo, sólo a quienes en verdad me importan, que no son muchos."
Isabel Allende (1942-). Retrato en sepia (2000). Barcelona: Debolsillo, 2006. p. 330-1
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